DÉNIZ CLÍNICA DENTAL

Dónde no dejar tu cepillo de dientes

Si cuando te llevas a la boca un tenedor o una cuchara compruebas que estén limpios, libres de restos de comida, con cuánta mayor razón has de tener precauciones en la limpieza de ese otro instrumento que te llevas a la boca para mantenerla limpia y sana. El cepillo de dientes debe ser un amigo del alma, debes apreciarlo tanto como a tu móvil, pues no solo visita a diario el interior de tu boca sino que la asea, acaricia y embellece. Como para tenerlo en un altar.

¿Pero al igual que el cubierto en el cubertero, proteges tu cepillo del medio ambiente y lo guardas en un sitio especial? O simplemente lo enjuagas después de usarlo y lo depositas en un vaso junto y en contacto con otros cepillos, o lo cuelgas en la pared sobre el soporte de cepillos.

Si es así toma nota: puedes hacer esto pero a condición de que ese lugar esté suficientemente elevado y retirado del inodoro.

La razón: la pluma de inodoro.

No hay sitio exento de gérmenes, menos aún un baño. Pero cuando sueltas la cadena del wáter se produce una especie de cascada que al tiempo con microgotas de agua se pulveriza en un radio aproximado de dos metros y esparce partículas contaminadas de heces (caca) y orina. Este efecto está estudiado y se denomina pluma de inodoro. Y aun cuando estas partículas no sean necesariamente patógenas, no querrás que tu tan preciado e íntimo artículo reciba ese aerosol diario.

Por esto se aconseja tener el cepillo de dientes a resguardo lo más distante de este. Y si además bajas la tapa del inodoro antes de soltarlo, te lo agradecerán todos los objetos de tu baño.

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